"Nosotros no aceptamos la auditoría en los actuales términos pactados unilateralmente", dijo Mesa en una declaración leída a los medios locales, horas después de que el Gobierno confirmara la firma de su acuerdo con la OEA para la auditoría que debería confirmar o desmentir las denuncias de ese candidato sobre un presunto fraude a favor de Morales, ganador de esos comicios.
El también expresidente, quien luego de aparentes vacilaciones se había mostrado el 29 de octubre a favor de la auditoría, dijo en su nueva declaración que comparte la desconfianza de los sectores cívicos y diversos movimientos sociales cuyas protestas han derivado en la demanda de anulación de las elecciones.
El Gobierno boliviano anunció más temprano que la auditoría de la OEA a los comicios del 20 de octubre comenzará este jueves 31, estará a cargo de unos 30 expertos internacionales, será observada por España, México y Perú, entre otros países, y tendrá carácter vinculante sobre el desenlace electoral.
"La auditoría acordada entre la OEA y el candidato del MAS [Morales, del Movimiento Al Socialismo] no ha consultado ni al país ni nuestras condiciones, principalmente las de desconocer los resultados del cómputo realizado por el Tribunal Supremo Electoral y la necesaria participación de representantes de la sociedad civil en el proceso", dijo.
Mesa aseguró que mantenía invariable su demanda de "respeto de la voluntad popular expresada en las urnas", que habría sido víctima de "un cómputo fraudulento".
El cómputo oficial dio a Mesa el 36,51% de los votos válidos, a más de 10% de distancia de Morales, quien resultó así ganador en primera vuelta y reelecto presidente por tercera vez consecutiva.
"Reconocemos las posiciones de instituciones, sectores cívicos y movimientos sociales que plantean la anulación de las elecciones y manifiestan su desconfianza acerca de la auditoría pactada entre la OEA y el MAS", dijo Mesa.
El candidato añadió que seguirá coordinando acciones con los movilizados en busca de una salida pacífica a la crisis política.