"El día de hoy [este 29 de octubre] queremos pedirle al señor Carlos Mesa, al candidato perdedor, que se sume a la auditoría que llevará adelante la Organización de Estados Americanos (OEA), acompañada por México, Paraguay y otras naciones hermanas", dijo a la prensa el vicepresidente Álvaro García.
Mesa, quien hasta el 28 de octubre estaba en contra de una auditoría vinculante sobre el desenlace electoral boliviano, respondió a García que daría una respuesta a la invitación solo después de que el Gobierno deje de reconocer los resultados electorales ya publicados que daban la victoria al presidente Evo Morales.
El ministro de Comunicación, Manuel Canelas, respondió a Mesa, en una posterior conferencia de prensa, que el Gobierno consideraba necesario que el excandidato responda sí o no a la invitación, para seguir adelante con los planes de auditoría.
"Hay necesidad de una respuesta sencilla. ¿Va a aceptar formar parte del proceso de auditoría que vamos a llevar adelante con la OEA? A la pregunta tan sencilla nos responde con retórica, [pero] la situación, la tensión merece una respuesta clara", afirmó el portavoz gubernamental, señalando contradicciones de Mesa y de su equipo sobre el tema.
"La mejor manera de aclarar dudas que algunos tienen sobre el resultado [de las elecciones] del día 20 de octubre es realizar una auditoría al cómputo oficial de votos, que determine si el supuesto fraude existió o no", afirmó Linera.
Ese cómputo, que el Tribunal Electoral defendió como "absolutamente transparente" por estar sustentado en actas físicas y registros digitales, dio a Morales la victoria, y con ello su tercera reelección, con 47,08% de los votos válidos, con a 10,57 puntos de ventaja sobre Mesa.
El candidato opositor, quien sostiene que el supuesto fraude lo inhabilitó para enfrentar a Morales en una segunda vuelta, lidera desde el día siguiente de los comicios una campaña de rechazo a la reelección del Presidente, a la que se han sumado diversos grupos opositores, con notable presencia de universitarios.
Según García, "el pueblo boliviano ha tomado su decisión de elegir al presidente Evo para una nueva gestion de Gobierno, con una mayoría abrumadora (...), con más de 640.000 votos por encima del segundo candidato".
Agregó que el Gobierno boliviano está dispuesto a que la auditoría se realice incluso "acta por acta, voto por voto".
En sus últimas declaraciones, Mesa dejó de exigir la segunda vuelta y se declaró contrario a la auditoría internacional de los votos.