Dlamini formaba parte de la delegación liderada por su padre, el rey Mswati III. Uno de los objetivos principales de esta visita fue fomentar las relaciones económicas y tecnológicas entre el país euroasiático y el reino africano, conocido anteriormente como Suazilandia.
Una nueva época en las relaciones con África
Según explicó, su nación necesita desarrollar las habilidades necesarias para que evolucione su infraestructura, y Rusia es un buen socio en este sentido. La princesa destacó que ello se debe al hecho de que Moscú entabla las relaciones con sus socios africanos con un enfoque mutuamente beneficioso, diferente al modelo occidental.
"Creemos que Rusia está dictando la nueva tendencia, donde el mundo empieza a ver en África a un socio comercial y no solo a un recipiente de ayuda, como se consideraba antes. Vemos que Rusia nos muestra más respeto", dijo la joven noble.
A modo de ejemplo, el hecho de que el mandatario ruso, Vladímir Putin, dedicase parte de su tiempo a conversar con los representantes de todas las delegaciones, señala la ministra. Además, cree que una nueva época está empezando a asomar en África.
"La nueva época no se basa en la mentalidad occidental ni en las necesidades que le son inmanentes y que prácticamente rozan la explotación. Aquí ocurre lo contrario: se trata de una cooperación mutuamente beneficiosa", recalcó Dlamini.
La monarquía democrática de Esuatini
La princesa del reino africano destacó que el mundo tiene una percepción tergiversada del sistema político de Esuatini. Según explicó, a pesar de que todos crean que la oligarquía gobierna en su país, en realidad se trata de una monarquía democrática.
El siguiente paso que quieren dar los dirigentes de Esuatini es la implementación del llamado gobierno electrónico, para que todos tengan acceso a los servicios públicos sin importar su nivel económico o social, concluyó la princesa.
¿Qué piensa la princesa sobre Rusia?
La princesa Dlamini también habló sobre la imagen de Rusia en el mundo y la opinión que llegó a formarse durante su estancia en el país euroasiático. Ella destacó que en Esuatini siempre veían a Rusia como un país militarizado o un estado policial. Pero la realidad resultó ser diferente para la princesa.
"No es un país totalitario en absoluto. He sentido que aquí hay mucha vida y mucha energía y potencia. Hay mucha gente en buena forma. Y eso es precisamente lo que queremos que sea África".
"Para ello nuestros militares deben aprender no solo cuestiones de combate, sino también de reconocimiento. Rusia es el estado más avanzado en el ámbito militar, así que tenemos mucho que aprender de este país", dijo la ministra.