"La impresión 3D permitió a los cirujanos del hospital Meyer reconstruir desde cero la oreja de un niño", dice la nota publicada en la página web del hospital.
El paciente de 13 años sufre de microtia bilateral, una deformidad congénita rara del oído externo, que afecta a 5 de cada 10.000 niños.
Recurriendo a modelos tridimensionales, imprimidos en 3D, los cirujanos plásticos lograron crear una oreja en base a los cartílagos costales.
Para definir la forma natural de la oreja del niño se tomó como modelo una de su madre.
Dado que la operación tuvo éxito, en los próximos meses está prevista la reconstrucción de la segunda oreja.
"Para un niño con una deformidad tan evidente, la recuperación estética adquiere una gran importancia psicológica y social, porque, aun si no tenía problemas de oído, la deformidad le creaba un fuerte malestar", explicó el doctor Flavio Facchini, que trabaja en el hospital Meyer.