"Fragmentos de la mancha llegaron ahora por la mañana a la playa de los Carneiros (…) llegan fragmentadas con la marea; allí existe una gran área de protección ambiental, y estamos haciendo ese trabajo de contención", afirmó el secretario de Medio Ambiente del Gobierno de Pernambuco, José Bertotti, según recoge el portal de noticias local G1.
Decenas de trabajadores contratados por el Gobierno participan en las tareas de limpieza, que se hace en la arena de forma manual, con palas.

Sin embargo, en los arrecifes y los manglares de la región es prácticamente imposible retirar el petróleo, porque son porosos y absorben la sustancia.
Las autoridades locales están instalando barreras flotantes de 400 metros en la costa para evitar que el petróleo llegue a la arena, y la preocupación ahora es que el vertido alcance también la cercana playa de Porto de Galinhas, la joya turística de Pernambuco.

En el vecino estado de Alagoas el vertido llegó a la playa de Maragogi, conocida como el "Caribe brasileño" por sus aguas de color turquesa y las actividades de submarinismo.
El vertido, cuyo origen todavía se desconoce, se produce a las puertas de que comience la temporada turística, y empresarios hoteleros de la región prevén que sea el peor verano de los últimos años.
Según el último recuento del Instituto Brasileño de Medio Ambiente, el petróleo ya llegó a 187 playas de 77 municipios, en los nueve estados que conforman la región noreste de Brasil.