"La ofensiva militar de Turquía en el noreste de Siria ha causado estragos en la vida de los civiles sirios que una vez más se han visto obligados a huir de sus hogares y viven con el temor constante de bombardeos indiscriminados, secuestros y ejecuciones sumarias", declaró el secretario general de Amnistía Internacional (AI), Kumi Naidoo.
Las fuerzas militares turcas y sus aliados, agregó, "han mostrado un absoluto desprecio por la vida de los civiles, lanzando ataques mortales ilegales en áreas residenciales".
"Hacemos un llamado a Turquía nuevamente para que ponga fin a las violaciones, haga responder a los perpetradores y proteja a los civiles que viven bajo su control. Turquía no puede evadir la responsabilidad externalizando los crímenes de guerra a grupos armados", puntualizó.
Las autoridades médicas kurdas del noreste de Siria estiman que la ofensiva militar de Turquía causó la muerte de al menos 218 civiles, entre ellos 18 niños, del 9 al 17 de octubre.
Por su parte, Ankara sostiene que al menos 18 civiles fallecieron y 150 resultaron heridos hasta el 15 de octubre en las zonas fronterizas de Turquía por disparos de morteros de las milicias kurdosirias.
Naidoo instó a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario y tomar las precauciones posibles para evitar o, cuando menos, minimizar el daño civil.
En su comunicado, la ONG también insta a los principales proveedores de armas a Turquía, entre ellos EEUU, Italia, Alemania, Brasil y la India, a que suspendan de inmediato las transferencias de este material a Ankara y demás partes en conflicto en Siria, incluidas las fuerzas kurdas, contra las cuales hay acusaciones creíbles de violaciones graves del derecho internacional.