"Se trata de una situación bastante habitual, los diplomáticos militares de EEUU tratan habitualmente de penetrar en zonas restringidas de nuestra inmensa patria y descuidan por completo los requisitos de notificación", aseguró la diplomática.
Para Zajárova, el porqué de esos intentos debería ser explicado por los propios empleados de la Embajada del país norteamericano.
"El régimen de notificaciones (...) existe para nuestros diplomáticos y los diplomáticos estadounidenses, es mutuo, y, por cierto, se mantiene vigente desde la época de la guerra fría", destacó la diplomática.
La portavoz subrayó que fue precisamente Washington el que votó por mantener ese sistema de restricciones.
Zajárova también desmintió a los medios estadounidenses sobre incidente diplomático.
"En Rusia nadie arresta a los estadounidenses para un canje, como escribe los medios de ese país", dijo la portavoz de la Cancillería, María Zajárova.
Zajárova contó que los tres funcionarios estadounidenses recibieron autorización para viajar a la ciudad de Arjánguelsk, sin embargo se dirigieron a Severodvinsk en un automóvil arrendado. Para esta última ciudad se requiere un permiso especial.
"La autorización que recibieron fue para viajar a Arjánguelsk y no a otra ciudad", indicó.
Zajárova recalcó que nadie detuvo a los tres funcionarios norteamericanos.
Los medios informaron que el pasado 14 de octubre tres diplomáticos estadounidenses fueron obligados a bajar de un tren que viajaba de Nyonoksa a Severodvinsk, territorio en el noreste de Rusia con acceso restringido.
La Embajada de EEUU en Rusia declaró a Sputnik que los diplomáticos estaban en Nyonoksa en el marco de un viaje oficial.
Según la Cancillería rusa, el viaje fue acordado con el Ministerio de Defensa ruso, pero el destino de los estadounidenses era Arjánguelsk, pero los tres diplomáticos por alguna causa desconocida fueron a parar cerca de Severodvinsk.