"Ese es mi gran sueño ser el primer esgrimista del mundo en lograr dos medallas de oro en unas olimpiadas", aseguró a Sputnik.
Pero Limardo además de traer a casa la segunda medalla dorada, anhela llegar a Tokio en equipo con sus dos hermanos Francisco y Jesús, en un cuadro que también integra el esgrimista Gabriel Lugo, aunque confesó que no tienen el camino fácil.
El campeón olímpico de Londres 2012, uno de los competidores mejor posicionado para los Juegos de Tokio 2020, regresó a Polonia, país destacado por sus logros en esgrima, para empezar la parte más fuerte de sus prácticas de esgrima.
Limardo dijo sentirse mucho mejor tras someterse en Venezuela a un tratamiento con células madre que le permitió regenerar los cartílagos de ambas rodillas, para que estos cumplan debidamente su función de amortiguar el impacto en los meniscos, y así pudo descartar una nueva operación, pese a que parecía inevitable.
"He mejorado muchísimo, de hecho, no estoy al 100%, porque hay que regresar, empezar a hacer esgrima, agarrar la espada y hacer todo lo que tiene una exigencia mayor", explicó.
Durante el mes que estuvo en Venezuela, Limardo se mantuvo con entrenamientos físicos para probar la resistencia de sus rodillas, especialmente a la izquierda.
Todo está listo, sostuvo el espadachín, para comenzar las prácticas, afinar detalles y retomar el ritmo en la esgrima.
El campeón Panamericano en los recientes Juegos de Lima, señaló, a sus 34 años, que si su condición física se lo permite planea estar también en los juegos de París 2024.
A pesar de que recibió propuestas para representar otro país, Limardo manifestó que lo descartó porque lo considera como una traición, especialmente después de haber alcanzado tantos triunfos con Venezuela.
"Yo no me voy a cambiar ya a estas alturas y las cosas no las hago por dinero, las hago porque quiero lograr mis objetivos", apuntó.
Venezuela al máximo
Dentro de sus planes a futuro, aseguró, le gustaría convertirse en ministro de deporte de su país.
"De aquí 10 años me veo como un gerente deportivo, en cualquier institución, me gustaría ser en un futuro ministro de deporte, no en este momento, sino más adelante, ya cuando esté bien preparado, porque, aunque tengo muchos conocimientos, siento que no es el momento", agregó.
Esa idea de ser ministro de deporte de su país, indicó, lo ilusiona, porque considera que sería una vía para llevar al máximo a los atletas de Venezuela.
Las sanciones de Estados Unidos y otras naciones contra su país en muchas ocasiones, dificultaron la preparación de los atletas venezolanos, porque "a veces no llegan los recursos a tiempo, a veces tienen que hacer ajustes por la situación que hay, incluso por el bloqueo dicen que no pueden hacer transferencia", esto explicó pone en desventaja a los atletas venezolanos.
Generación de relevo
En cuanto a la generación de relevo, a la que apoya a través de su fundación, destacó el avance de atletas Lugo y Patricia Piovesan, que se trajo una medalla de plata de los Juegos Panamericanos, y también de sus hermanos.
Siempre con el recuerdo de su madre Noris, quien falleció en 2010, como pilar fundamental de su vida y su carrera, Limardo llamó a los jóvenes que desean desempeñarse en esta disciplina deportiva o en cualquier otra, a soñar en grande, pero sin despegar los pies de la tierra, como ella le solía repetirle.
En 2012, Limardo se alzó con el oro y se convirtió en el primero de su país en coronarse en esa disciplina, y el segundo en traer una medalla dorada en la historia olímpica de Venezuela (el primero fue el boxeador Francisco Rodríguez en 1968).