Las calles de Quito estaban cubiertas de humo de neumáticos en llamas, los manifestantes construían barricadas y se protegían de los policías con escudos improvisados.
Las protestas dieron comienzo el 2 de octubre a la luz de una serie de medidas de ajuste económico, incluida la eliminación de los subsidios al combustible, anunciada por el presidente del país, Lenín Moreno.
Finalmente, el 13 de octubre, el Gobierno ecuatoriano y los movimientos indígenas pactaron dejar sin efecto el decreto 883 que eliminaba el subsidio.