Las críticas a las políticas de aumento de competencia en el sector aéreo local inauguradas por la gestión de Cambiemos no son nuevas para los gremios de pilotos de las líneas estatales, que vuelven a insistir con medidas de fuerza que afectan a miles de pasajeros.
"Complica la vida de mucha gente y el Gobierno no va a cambiar su política. Este Gobierno favorece al sector empresario porque cree que el trabajo es un costo. Entiendo totalmente el planteo de los trabajadores", dijo Fernández en una entrevista radial.
Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) respondió que le parecía correcto que el candidato peronista pidiera que no se realizara el paro pero que la decisión estaba tomada y que, de no recibir la compensación salarial de 22% que demandan, las medidas se profundizarían.
Finalmente, el representante sindical y el candidato presidencial opositor se reunieron cara a cara en el departamento en el que vive Fernández en el exclusivo barrio porteño de Puerto Madero el jueves 3 de octubre, según informaron medios locales. El encuentro habría servido para limar asperezas en el intento de parte del peronismo por contener y alinear a todo el sindicalismo de cara a las elecciones del 27 de octubre.
Por su parte, el Gobierno y los gremios de pilotos volverán a reunirse a la tarde del viernes 4 de octubre para intentar frenar el paro de 48 horas en Aerolíneas Argentinas y Austral. El presidente de la empresa de bandera nacional, Luis Malvido, confirmó que realizarán una nueva oferta salarial.
Fernández, entre el apoyo popular y la rebelión
A mediados de septiembre, cuando sucedían los reclamos por mayores partidas presupuestarias para los comedores y merenderos, la coordinadora de la corriente no kirchnerista de Barrios de Pie, Silvia Saravia, criticó la postura del candidato peronista y defendió las protestas callejera.
Alberto Fernández cuenta con apoyo de la gran mayoría de las instituciones y organizaciones obreras y populares, muchas de las cuales era inaudito pensar que podrían compartir un mismo frente antes de la llegada al poder de Mauricio Macri y el desenlace de la crisis económica que viven en la sociedad y las fuerzas de producción. Habrá que esperar al resultado de las elecciones para saber cuán consolidadas están estas uniones, que hoy quizás solo compartan tener un adversario en común.