"El resultado del PIB [Producto Interno Bruto] en el segundo trimestre de 2019 contribuye para elevar la proyección central de crecimiento en el año, de 0,8% a 0,9%; para 2020, aún con elevado grado de incertidumbre, se prevé un crecimiento del 1,8%", informó la entidad.
En el escenario externo, el Banco Central considera que los estímulos monetarios adicionales en las principales economías, en un contexto de desaceleración y de inflación por debajo de las metas, ha sido capaz de producir un ambiente "relativamente favorable" a las emergentes.
A pesar de que se asume que el panorama sigue incierto, el Banco Central considera que la economía brasileña tiene más capacidad de "absorber un eventual revés en el escenario internacional", debido a su balanza de pagos robusta, a las expectativas de inflación y a la agenda de reformas estructurales.
Las expectativas de inflación para 2019, 2020, 2021 y 2022 están en 3,5%, 3,8%, 3,75% y 3,5%, respectivamente.