"Qué bueno que se tomó la decisión de organizar este evento, nosotros siempre vamos a buscar el cambio por el camino de la concordia y la no violencia", dijo este 20 de septiembre el mandatario en una conferencia de prensa, haciendo referencia a la cena que mantuvo la noche del 19 de septiembre con los pacifistas galardonados.
La llamada Ciudad Blanca de Mérida, por su arquitectura de casas solariegas de piedra caliza blanca y bulevares afrancesados, es también la más segura y con el menor índice de violencia en México.
Ahora, sirve de sede de la 17 edición de la cumbre pacifista, luego de realizarse en ciudades emblemáticas como Roma, París, Berlín, Hiroshima, Varsovia, Chicago, Bogotá y Barcelona.
El jefe de Estado relató su saludo "a personajes que han hecho historia en el mundo", y celebró que ese encuentro haya elegido a Mérida, donde este 20 de septiembre él encabezó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en la que destacó las políticas de coordinación entre autoridades federales y locales para lograr buenos resultados contra el crimen.
"Me dio mucho gusto estar con los galardonados que han recibido los Premios Nobel de la Paz, mujeres, hombres, instituciones, celebro que se lleve a cabo este encuentro de primer orden, de más alto nivel intelectual y profesional político, humanista, en Yucatán", enfatizó el líder mexicano.
Encuentro con figuras históricas
López Obrador destacó que entre los asistentes se encuentra el expresidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk, quien acordó con el Congreso Nacional Africano fundado por Nelson Mandela (1918-2013) poner fin al régimen de apartheid, la creación de un gobierno de transición y celebrar elecciones, por lo cual ambos recibieron esa distinción en 1993.
El presidente latinoamericano dijo que Mandela, fundador del Congreso Nacional Africano que luchó contra un régimen racista, "encontró la mano tendida de este gobernante, De Klerk, y negociaron la paz después de muchos años de confrontación y violencia".
Para el mandatario, llevar a la práctica la reconciliación es más valioso que solo proclamarla.
"Una cosa es decir en el discurso 'soy respetuoso y tolerante', y otra cosa llevarlo a la práctica", expresó el presidente.
Recordó además que, tras permanecer 27 años en la cárcel, cuando el defensor de los derechos civiles de los africanos salió de la prisión, expresó: "perdono a mis opresores, no puedo seguir manteniendo rencores ni odios, tengo que ver hacia adelante".
Otros asistentes son el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, el polaco Lech Walesa; el primer ministro de Irlanda del Norte, David Trimble; la primera mujer jurista en Irán, Shirin Ebadi, y el activista que ayudó a poner fin a una guerra civil en Liberia, Leymah Gbowee.
También asiste la dirigente indígena guatemalteca Rigoberta Menchú Tum; la activista contra la esclavitud de los niños en la India, Kailash Satyarthi, y la estadunidense promotora de la eliminación de las minas terrestres antipersonales, Jody Williams.