"Irak refuta los informes de varios medios y redes sociales de que su territorio fue utilizado para atacar instalaciones petroleras en Arabia Saudí con el uso de vehículos aéreos no tripulados", comunicó el servicio de prensa del primer ministro del país, Adil Abdul Mahdi.
Según la Constitución en vigor, Bagdad "se compromete a evitar el uso del territorio nacional para la agresión contra sus vecinos, hermanos y amigos", destaca el comunicado.
En la madrugada del 14 de septiembre una serie de ataques con drones provocó incendios en dos refinerías de la compañía Saudi Aramco en los distritos de Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí.
Los rebeldes hutíes reivindicaron la autoría de los ataques y advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el reino cese acciones de combate en Yemen.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, responsabilizó del incidente a Teherán al afirmar que "está detrás de casi 100 ataques a Arabia Saudí". La acusación fue rechazada en términos categóricos por parte de Irán.