El Gobierno de Mauricio Macri atraviesa una de las coyunturas económicas más difíciles desde 2015 con una inestabilidad que pone en duda la solvencia financiera de este país sudamericano.
Las autoridades esperaban que las reformas resultaran fructíferas y que el país saliera de la recesión en el trimestre en curso. Sin embargo, fueron ineficaces e impopulares entre la población.
La situación se agravó después del fracaso de Macri en las elecciones primarias del 11 de agosto. Tras la victoria de la oposición, el país sufrió una devaluación del 30% en el tipo de cambio.
Además, Argentina está experimentando una recesión económica junto a una tasa de inflación del 50%. El tipo de cambio peso-dólar está cayendo rápidamente mientras que el desempleo y la deuda externa están aumentando. De los 44 millones de personas, una de cada tres se encuentra por debajo del umbral de la pobreza.
El único acreedor externo que tiene Argentina es el Fondo Monetario Internacional que acordó con el Ejecutivo en 2018 un crédito por 56.300 millones de dólares, el mayor préstamo concedido por el organismo multilateral en toda su historia.
Desde inicios de agosto, el principal índice bursátil del país, el Merval, se desplomó más del 40%, el valor más bajo de los últimos dos años. Al mismo tiempo, la moneda nacional se derrumbó.
Desde 1950, la economía argentina ha pasado un tercio del tiempo en recesión, estimó el Banco Mundial. En este aspecto, solo es superado por la República Democrática del Congo.
Los usuarios de las redes critican la política del Gobierno de Macri.
Algunos usuarios comparan la crisis actual con la de 2001.
Por su parte, el presidente de Argentina admitió la delicada situación financiera que atraviesa el país y justificó las recientes iniciativas económicas que ha adoptado su Gobierno para contener el impacto de la crisis.