En su comunicado la compañía afirma que el Gobierno estadounidense, entre otras cosas, da instrucciones "a las fuerzas de orden que amenacen, coaccionen, persuadan e inciten a los empleados actuales y antiguos de Huawei para que se vuelvan en contra de la empresa y trabajen para ellos".
Huawei denunció asimismo las manipulaciones para "establecer pretextos legales para acusaciones infundadas contra la compañía" con la ayuda de unos "empleados falsos" de la empresa o los intentos de lanzar persecución penal contra Huawei "basándose en denuncias de robo de tecnología".
A la lista de acusaciones contra EEUU, que publicó Huawei, se suman también ciberataques, conspiraciones, intimidación, negación de visados, acoso de los empleados por parte de agentes del Buró Federal de Investigaciones y detención de mercancías.
"Condenamos enérgicamente el esfuerzo maligno y coordinado del Gobierno de EEUU de desacreditar a Huawei y socavar nuestra posición de liderazgo en la industria", expresó la empresa.
A mediados de mayo pasado, el Departamento de Comercio de EEUU incluyó a la compañía Huawei y sus filiales en una lista negra por amenazar supuestamente la seguridad nacional, lo que le cierra el acceso a la compra de piezas y tecnologías de fabricantes estadounidenses.
Varias empresas tecnológicas de EEUU, entre ellas Intel, Qualcomm y Google, anunciaron la suspensión de suministros a Huawei.
El Departamento de Comercio estadounidense emitió más tarde una licencia general, efectiva hasta el 19 de agosto, que retrasa la prohibición de hacer negocios con Huawei, y luego la Administración de EEUU la prolongó por 90 días más.