El ciclo de avance de partidos y liderazgos de derecha en la región se enmarca en un proceso global liderado por el presidente de EEUU, Donald Trump, del cual no fue su ideólogo pero sí es su principal exponente y multiplicador.
En Europa y Latinoamérica, donde sobreviven gobiernos progresistas o de izquierda, se instaló un debate de fondo: la nueva definición e identificación ideológica acorde a los tiempos que corren, a la experiencia acumulada y a las nuevas generaciones que se suman a la actividad política ya sea por acción o por omisión.
En este contexto, la revista latinoamericana Nueva Sociedad —un proyecto de la Fundación Friedrich Ebert— organizó este 29 y 30 de agosto en Buenos Aires una conferencia sobre el futuro de las izquierdas en América Latina, Europa y EEUU, con la participación de referentes internacionales.
En este sentido marcó la necesidad de rever "lo que ha hecho la izquierda hasta esta parte, la izquierda del Siglo XX, y lo que se ha hecho también de transformación de la izquierda en el siglo XXI".
Los países latinoamericanos que experimentaron gobiernos de este tipo en la primera década y media de este siglo, "han ido corriendo sus límites buscando identificaciones distintas”, señaló.
Yeomans coincidió en que en tiempos de dictaduras militares como las que asolaron la región entre los años 70 y 80 del siglo pasado, enmarcadas a su vez en la Guerra Fría, era más fácil ubicarse ideológicamente de una u otra parte.
"Producto de la Guerra Fría hay un triunfante y es el capitalismo. Esa es la realidad de la cual partimos también quienes nos identificamos de izquierda hoy en día", apuntó la diputada chilena.
La frase acerca de que "ya no existen ni derechas ni izquierdas" busca anular la reivindicación política de transformar las sociedades empezando por los menos favorecidos, consideró.
"Como proyectos de izquierda seguimos manteniendo viva la esperanza de que se pueden hacer cambios, transformaciones profundas, que se puede cuestionar el capitalismo con sus ciclos, crisis y reinvenciones también", destacó la diputada del Frente Amplio, una coalición de partidos y movimientos de izquierda fundada en enero de 2017.
Para Yeomans decir que no existen diferencias entre uno y otros extremo del espectro ideológico "encierra una visión de derecha". Y puso como ejemplo a su país, "donde existe mucha desigualdad".
Detrás de eso "se esconde una visión de derecha que ha intentado en estos días ser la hegemonía", agregó la diputada.
"La democracia que tenemos, con todas las restricciones, fue ganada. Estoy de acuerdo con que también le es servil a quienes hoy día gobiernan y lo hacen realmente más allá de los políticos y los grandes empresarios", expresó Yeomans.
Sin embargo, enfatizó que "la democracia fue a golpes de sangre y sufrimiento que en Chile se logró ganar, y creo que ese es un piso mínimo para poder hablar de política y salir a las calles tranquilos".