"Se ha alardeado un poco de que la situación esté fuera de control pero no lo está, hemos tenido picos de quemaduras en otros años, mucho más grandes o más grandes que este año aquí y, por primera vez, se empleó muy rápidamente (...) dimos una respuesta rápida y la situación, por supuesto, no es simple, pero está bajo control", dijo el ministro en declaraciones que reprodujo O Globo.
No obstante, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués) registró el lunes 1.659 focos de fuego, 49% más que el día domingo, cuando eran 1.113.
"Los radares a veces perciben el calor de una hoguera y lo cuentan como foco, pero a veces no lo es (…) el fuego ha estado disminuyendo desde el viernes hasta ahora, ayudado un poco por el clima", agregó el funcionario.
Las autoridades, sin embargo, no han dado todavía datos de superficie quemada en agosto.
Mientras tanto, la operación Verde Brasil, iniciada el viernes luego de que el presidente Jair Bolsonaro firmara el decreto conocido por las siglas GLOA, que permite el empleo de las Fuerzas Armadas para garantizar la Ley y el Orden Ambiental, sigue adelante en los nueve estados que componen la zona Amazonía Legal, con un despliegue de 2.500 militares, el empleo de 15 naves, incluidos aviones y helicópteros, 210 vehículos y 10 embarcaciones.
Por otra parte, Brasil sigue recibiendo ayuda exterior para controlar las llamas, principalmente de los países de la región, que han ofrecido recursos humanos y materiales.
Bolsonaro condicionó la ayuda anunciada por el grupo de países conocido como G7, unos 20 millones de euros, a un pedido de disculpas por parte del presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Más tarde, en una reunión que mantuvo con los gobernadores de los estados de la Amazonía Legal, que fue transmitida en vivo por internet, el mandatario dijo que "no tenemos nada en contra el G7, tenemos algo contra un presidente del G7, de quien no sabemos cuál es su intención", aunque aclaró que "nadie aquí está en contra de dialogar con Francia, bajo ninguna circunstancia".
La superficie quemada entre enero y julio de este año es de 57.827 kilómetros cuadrados en todo Brasil; la mayor parte (54,7%) corresponde al Cerrado y 18,2% a la Amazonía, indica el INPE.