"Inmediatamente enviaremos a los países de la Amazonía (...) una asistencia financiera de al menos 20 millones de euros [unos 22,2 millones de dólares]", dijo Macron en el marco de la cumbre del G7 en la ciudad francesa de Biarritz.
El 25 de agosto, el presidente galo declaró que los países del G7 habían acordado brindar apoyo a las naciones de la Amazonía ante los incendios forestales que arrasan la región.
El mandatario resaltó que Francia forma parte de los nueve países de la Amazonía, refiriéndose a su departamento de ultramar, la Guayana Francesa.
Agregó que durante la 74 sesión de la Asamblea General de la ONU será lanzado oficialmente un nuevo programa para abordar los problemas centrales del futuro de la Amazonía, incluida la reforestación.
Macron enfatizó que los bosques amazónicos son los pulmones del planeta y, por lo tanto, los incendios en la región son un problema para el mundo entero.
El 22 de agosto, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) urgió a los Gobiernos de los países amazónicos, ante todo de Brasil y Bolivia, a la ONU y a toda la comunidad internacional a "tomar serias medidas para salvar al pulmón del mundo".
Según los expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales del Brasil (INPE), más de 75.000 focos de incendios se han detectado en la Amazonía en lo que va de año, un 85% más que en todo el año 2018.
Para combatir el fuego, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, autorizó el viernes 23 el envío de efectivos militares a la Amazonía.
El Ministerio de Defensa de Brasil anunció el 24 de agosto que más de 43.000 efectivos de las Fuerzas Armadas están desplegados en la región para combatir el fuego.