Según los expertos del INPE, más de 75.000 focos de incendios se han detectado en la Amazonía en lo que va del año, un 85% más que en todo el año 2018.
Aunque los incendios forestales son comunes en la Amazonía durante la estación seca, como la actual, buena parte de ellos han sido producidos por agricultores y se han dispersado con fuerza a raíz de la deforestación hasta llegar a zonas deshabitadas, lo que pone en riesgo varias regiones pobladas en el norte de Brasil.
Para combatir el fuego, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, autorizó el 23 de agosto en un decreto el envío de miembros de las Fuerzas Armadas a la Amazonía.