"Apreciando mucho que el lanzamiento de demostración fuera satisfactorio, como estaba previsto, Kim Jong-un señaló que esta acción militar sería una oportunidad para enviar una advertencia adecuada a los ejercicios militares conjuntos que ahora llevan a cabo las autoridades de EEUU y Corea del Sur", comunicó la agencia.
Pyongyang realizó cuatro lanzamientos de misiles de corto alcance en poco menos de dos semanas, el último tuvo lugar el 6 de agosto.
El 5 de agosto Washington y Seúl comenzaron una serie de maniobras militares conjuntas pese a las exigencias de Pyongyang de cancelarlas.
Corea del Norte califica los ejercicios como ensayo de guerra en la península de Corea, lo que dificultaría las negociaciones sobre la desnuclearización.