El 16 de julio, el municipio de Quito anunció a través de Twitter que la edición de 2019 del concurso no se llevará a cabo por "una política de revalorizar a la mujer desde otros espacios, reconociendo sus capacidades y contribuciones en diversos campos".
Además, el comunicado señaló que las elecciones de mujeres basadas en su belleza "reproducen roles de género que construyen imaginarios y estereotipos sociales". La nota informó que se busca "proyectar a Quito como una ciudad de igualdad, que reconozca los distintos tipos de belleza, sin promover parámetros discriminatorios".
De acuerdo con Liliana Yunda, presidenta del Patronato Municipal San José, ente ejecutor de las políticas sociales del municipio de Quito, "no es el momento adecuado" para realizar el evento, lo cual considera que "ha perdido vigencia".
"[El certamen] ya no tiene sentido porque cosifica y segrega a la vez a la mujer. (...) Sé que el precio es muy alto, mucha gente no estará de acuerdo, pero espero que entiendan que ya es hora de no ver a la mujer como un objeto", afirmó Yunda en entrevista a una radio local.
Yunda agregó que la decisión se tomó también debido al "déficit económico" enfrentado por Quito. Según la presidenta del Patronato Municipal San José, en los últimos cuatro años el municipio ha tenido "una pérdida de 150.000 dólares en la elección de la Reina".