"Hemos marcado líneas rojas a los estadounidenses, entre ellas que es inadmisible una injerencia armada", dijo Riabkov al periódico Izvestia.
El vicecanciller ruso tiene previsto viajar a Venezuela en la segunda mitad de julio, según lo adelantó a principios de este mes el embajador del país sudamericano en Moscú, Carlos Faría.
Señaló que "la política responsable del presidente legítimo venezolano, Nicolás Maduro, su intención de dialogar, las consultas con las facciones opositoras, la implicación de distintos actores, entre ellos del Grupo Internacional de Contacto y de países como Rusia, China y Turquía, aumentan las expectativas de que los estadounidenses tengan un enfoque más prudente y equilibrado".
"Creo que podemos avanzar en la dirección correcta con los esfuerzos comunes de todos los socios sensatos, aunque no subestimaría los riesgos de un nuevo agravamiento de la situación", indicó.
Venezuela vive una crisis político-económica que se intensificó en enero luego de que el líder de la oposición respaldado por Estados Unidos, Juan Guaidó, se autoproclamara presidente encargado.
Guaidó fue reconocido de inmediato por EEUU, a los que se sumaron unos 50 países. Rusia, China, Turquía, Bolivia y muchos otros países reconocen a Maduro como el único presidente legítimo de Venezuela.