"Ya esperábamos un Gobierno malo, pero consigue ser peor de lo esperado; es un Gobierno pésimo que no tiene proyecto para el país y que promueve retrocesos en diversas áreas, no sabe lo que es construir pero sabe lo que es destruir", comentó el legislador en entrevista con esta agencia.
Además, ya son una mayoría (51%) quienes dicen no confiar en el presidente.
Para Molon, los brasileños se están dando cuenta poco a poco de que, como él mismo dice, Bolsonaro no nació para ser presidente; en su opinión, lo más grave es su tendencia a "aumentar absurdamente la temperatura política", poniendo a sus seguidores contra el poder legislativo y judicial.
Algunas de las pocas medidas aprobadas por el Gobierno hasta la fecha (como la flexibilización del porte y tenencia de armas) salieron adelante a través de decretos presidenciales, que luego fueron contestados en el Congreso Nacional o en el Tribunal Supremo Federal, lo que acaba frustrando al Gobierno y a los electores del líder ultraderechista.
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La incapacidad para construir una sólida base aliada en el Parlamento es uno de los principales problemas de Bolsonaro, que insiste en que para poder gobernar no recurrirá a los trucos de la "vieja política", como repartir ministerios entre aliados o el intercambio de favores, entre otros.
Recientemente votantes de Bolsonaro salieron a las calles en su defensa, poniendo en duda el papel del Congreso.
"Existe un riesgo de que el presidente apueste por una ruptura a partir del enfrentamiento con las instituciones, y parece que está alimentando eso", advirtió el legislador opositor.
Desde hace unas semanas, uno de los pilares de la popularidad del Gobierno, el ministro de Justicia, Sérgio Moro, está en el centro de un escándalo debido a las filtraciones reveladas por el medio digital The Intercept, que evidencian que colaboró con los fiscales de la Operación Lava Jato y que hubo una persecución contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).
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Para Molon, no deja de ser llamativo que Bolsonaro no parezca lamentar la pérdida de credibilidad de su ministro estrella:
"Él se siente beneficiado, porque veía a Moro como principal competidor en las elecciones de 2022; es muy preocupante porque tenemos un presidente conflictivo, al que en el fondo le gusta debilitar a sus aliados", dice el diputado.
Economía y medio ambiente
El líder de la oposición destaca que uno de los aspectos más preocupantes de la actual gestión es la cuestión medioambiental, donde percibe una "deliberada deconstrucción" de toda la política medioambiental implementada en Brasil en las últimas décadas.
En el ámbito económico, el Gobierno lo fio todo a la aprobación de una reforma del sistema de pensiones que ha sido drásticamente modificada por los congresistas y que si finalmente sale adelante supondrá un ahorro menor de lo esperado para las arcas públicas.
Con la reforma, el ministro de Economía, Paulo Guedes, pretende hacer remontar definitivamente la economía, que cayó 0,2% en el primer trimestre de este año y cuyas expectativas de crecimiento son revisadas a la baja por el Banco Central cada lunes desde hace 17 semanas.
Respecto a la situación de la oposición y la reconstrucción de la izquierda brasileña, Molon cree que pese a la gravedad del escenario, persisten muchas divisiones.
"Una parte de la izquierda orbita en torno al Partido de los Trabajadores (PT) y del expresidente Lula, y otra parte quiere construir alternativas a eso, cree que esa polarización entre el PT y Bolsonaro no ayuda a construir una alternativa para el país", consideró el diputado, quien pese a reconocer el liderazgo incontestable del expresidente, se sitúa en el segundo grupo.
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La lideresa del Gobierno en el Congreso Nacional, Joice Hasselmann (Partido Social Liberal) también fue invitada por Sputnik a hacer balance de los seis primeros meses de Gobierno de Bolsonaro, pero declinó dar declaraciones.