"Estoy a favor de que se estudie si lo piden", dijo tras ser preguntado por los indultos en una entrevista con la cadena de radio RAC1.
Zapatero manifestó su deseo de que la sentencia "no comprometa el diálogo".
En ese sentido, señaló que "desde el respeto al Tribunal Supremo", le gustaría una sentencia que "permita recuperar la necesaria y deseable convivencia".
"Todos somos conscientes de que hay una sentencia pendiente que va a ser muy decisiva", subrayó.
El discurso del exdirigente español incidió en recordar que uno de los principales puntos de fractura entre España y Cataluña se produjo precisamente a través de una sentencia judicial en 2010, cuando él era presidente del Gobierno.
En esos años se impulsó una reforma del Estatuto de Cataluña, la norma fundamental básica de la comunidad autónoma, para dar salida a algunos de los reclamos del nacionalismo catalán, que en aquellos momentos ya manifestaba malestar.
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El texto fue aprobado por el Parlamento de Cataluña y corroborado por el 48% de los catalanes en un referéndum para finalmente ser aprobado, con algunas modificaciones, por el Congreso de los Diputados en Madrid.
En 2010, este tribunal emitió una sentencia que anuló 14 artículos del texto, interpretó 27 preceptos y declaro sin "eficacia jurídica" el término "nación" que figuraba en su preámbulo.
Entre otras cosas los magistrados dejaron sin efecto cuestiones relativas a la administración de justicia, a los mecanismos de financiación de la comunidad autónoma o a la designación del catalán como "lengua preferente" en las instituciones públicas.
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La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía es mencionado de manera repetida en los argumentarios independentistas como un punto de inflexión para el impulso del movimiento soberanista.
En su entrevista de este 25 de junio, Zapatero hizo un llamamiento a "aprender de esa lección" y evitar de nuevo que una sentencia judicial agrave el conflicto territorial.