Según el experto, la colaboración entre los dos países "parece estar a la deriva" en cuanto a los ámbitos estratégicos como la desnuclearización de la península de Corea, que "no se ha producido y ya no parece inminente". Kelly subrayó también que el fracaso de la cumbre de Hanói, terminada el 28 de febrero antes de lo programado y sin acuerdo, contribuye a una mayor incertidumbre.
"El impulso natural de EEUU es echar la culpa a Corea del Norte", señaló el politólogo, quien agregó que en Hanói, Kim ofreció a Washington "un trato unilateral totalmente absurdo: un levantamiento casi total de las sanciones a cambio de la desactivación de una instalación nuclear obsoleta", mientras que Trump "fue ampliamente —y con razón— aplaudido por rechazar este 'mal negocio'".
Al mismo tiempo, los propios estadounidenses también ofrecieron a Corea del Norte tratos bastante malos en ambas cumbres, recordó el experto. Por ejemplo, EEUU exigió grandes concesiones a Corea del Norte por adelantado a cambio de futuras contrapartidas. En cuanto al denominado Desarme Completo, Verificado e Irreversible (CVID, por sus siglas en inglés), que se transformó en el Desarme Final Completamente Verificado (FFVD) en la cumbre de Hanói, en realidad no significaba nada más que el desarme unilateral de Corea del Norte.
"Corea del Norte es un [Estado] paria. Está fuertemente sancionado. Está rodeado de países con poca simpatía, si no hostilidad abierta hacia Pyongyang", explicó el especialista, quien admitió que el país asiático "no tiene aliados, aparte de una relación oportunista con China".
Según el experto, las armas nucleares son una opción estratégica "excelente" para un país tan aislado como lo es Corea del Norte, ya que garantizan la seguridad casi absoluta de Pyongyang ante los ataques externos.
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No obstante, a diferencia de su padre, Kim Jong-un "parece ser un negociador" que intenta establecer una relación "más estable y menos tensa" con los países vecinos, admitió Kelly. El columnista reconoció que el líder norcoreano sí podría renunciar a una parte de sus misiles y ojivas nucleares.
Sin embargo, serían concesiones "políticamente dolorosas" para Washington y Seúl, de modo que la Casa Blanca no las tiene en cuenta y sigue exigiendo a Pyongyang el cumplimiento de la CVID.
"Pero los norcoreanos no son estúpidos. No van a entregar algo tan valioso como las armas nucleares sin tener a cambio algo realmente valioso y 'directamente palpable'", destacó el experto.
Según el columnista, "casi no hay discusión en la Administración Trump, el Congreso o los artículos de opinión en los medios estadounidenses" acerca de las concesiones "dolorosas, abiertas y tangibles" que podría hacer Washington.
"Si los norcoreanos entregan el 80% de sus misiles a cambio del cierre de todas las bases militares de EEUU en Corea del Sur, ¿sería un buen negocio?", subrayó el experto, quien también se preguntó si "sería bueno un acuerdo 'efectivo-por-misiles'", o si todas las opciones son tan malas que "es preferible el statu quo".
De acuerdo con el politólogo, todo esto es una "bandera de color rojo brillante" que señala que la Casa Blanca "no es seria" en cuanto a sus negociaciones con Pyongyang.
Mientras que los responsables políticos sigan exigiendo que Corea del Norte entregue sus armas nucleares, está "claro que no lo hará, así que EEUU está atascado".
Según Kelly, quince meses de negociaciones entre Washington y Pyongyang no han dado resultado, puesto que la Administración Trump no es capaz de hacer "concesiones realmente dolorosas".