En un comunicado, el ministerio confirmó "un caso atípico de Encefalopatía Esponjiforme Bovina (EEB)" y remarcó que la enfermedad "ocurre de forma espontánea" y no está relacionada con la ingestión de alimentos contaminados.
Los productos derivados del animal fueron aprehendidos preventivamente y no hay riesgo de que entren en la cadena alimentaria humana o de otros rumiantes.
Después de la confirmación, Brasil notificó oficialmente el caso a la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) y a los países importadores, conforme prevén las normas internacionales.
Según el ministerio, Brasil no verá modificada su clasificación de riesgo en función de este caso, y seguirá como país de riesgo "insignificante", el mejor posible.
En más de 20 años de vigilancia de esta enfermedad, Brasil sólo registró tres casos de EEB atípica y ninguno de EEB clásica.