En los próximos siete años, EEUU tiene previsto cerrar 12 reactores nucleares con una capacidad total de 11,7 gigavatios (GW), informó la Administración de Información Energética del país (EIA, por sus siglas en inglés).
Una de las razones es la creciente competencia con el gas natural.
"Si EEUU no restablece el liderazgo mundial en la industria, será asumido por otros actores. Hoy, Rusia y China cuentan con más del 60% de plantas de energía nuclear en construcción por todo el mundo. Dados los problemas del cambio climático, los riesgos geopolíticos y las amenazas a la seguridad nacional, no podemos permitir que los países competidores determinen el panorama de la energía nuclear", escriben los congresistas en su artículo para la página web del canal СNBC.
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Los estadounidenses esperan que la próxima generación de reactores nucleares y nuevas tecnologías en la industria cambien la situación. El Congreso ya ha aprobado dos proyectos de ley: uno sobre la energía nuclear innovadora (NEICA), y el otro sobre la innovación y modernización nuclear (NEIMA).
"En cuanto a las tecnologías rusas, son más fiables y probadas, pero pueden ser más caras que las tecnologías del este de Asia. Los chinos pueden ofrecer acuerdos más atractivos desde un punto de vista económico. Los rusos probablemente promoverán la capacidad de localización en la cadena de suministro, y también brindarán un completo programa de capacitación para los empleados y operadores locales. Otros proveedores no pueden ofrecer un paquete básico de servicios como el de Rusia", explicó en abril Tim Yeo, expresidente del Comité parlamentario de Energía y Cambio Climático, en una entrevista con el medio saudí Sabq.
Así, la estatal rusa Rosatom está implementando un programa a gran escala para construir centrales nucleares tanto en Rusia como en el extranjero. Actualmente, está construyendo seis unidades en Rusia, y la cartera de pedidos en el extranjero incluye 36 unidades.
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Washington está intentando impedir la expansión rusa. En marzo, la Administración Trump aprobó un plan para ampliar la cooperación temprana con los países interesados en la energía nuclear. El Departamento de Estado tiene la intención de negociar con los clientes potenciales antes de que siquiera piensen en adquirir un reactor nuclear.
"Hemos perdido un enorme potencial. Antes controlábamos el 90% del mercado global. Ahora tenemos un 20% en el mejor de los casos. La mayoría de las transacciones grandes en el ámbito de la energía nuclear, celebradas en el extranjero, pertenece a empresas rusas, chinas y de otros Estados", comentó al canal CNBC Ed McGinnis, subsecretario de Energía Nuclear de EEUU.
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Uno de los principales obstáculos para los ambiciosos planes de Washington en el campo nuclear es la dependencia total de las importaciones de uranio. Según escribe el exsecretario de energía Spencer Abraham en su artículo para Fox News, este año el uranio extraído en EEUU no alcanza ni para uno de los 98 reactores que operan en el país.
Mientras tanto, alrededor del 40% del combustible nuclear para reactores estadounidenses lo suministran Rusia y las repúblicas exsoviéticas.