Según reportó la agencia de noticias taiwanesa CNN, estas actividades se realizan "para probar las capacidades de respuesta militar a un eventual ataque de China".
La operación, parte del simulacro militar Han Kuang iniciado la víspera, tuvo lugar en el distrito de Changhua, en el oeste de la isla, y fue presenciada por centenares de personas, entre ellas la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, que la calificó de "extremadamente complicada" y que "demuestra la capacidad de defensa y la fiabilidad de los militares taiwaneses".
El anterior entrenamiento de aterrizaje y despegue en autopista se llevó a cabo en septiembre de 2014. También se realizaron simulacros parecidos en 2004, 2007 y 2011.
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La Fuerza Aérea de Taiwán va reemplazando sus 144 aviones F-16 A/B por los F-16V, como parte de un proyecto de modernización por valor de 3.680 millones de dólares que comenzó en 2016 y, según las previsiones, concluirá a finales de 2023.