Previamente, la cadena de televisión CNBC comunicó que Washington dio un plazo de dos semanas a Ankara para rechazar la compra de los S-400 rusos amenazando excluirla del programa F-35 de la compañía Lockheed Martin.
El portavoz presidencial agregó que, según las declaraciones hechas por los dirigentes turcos, el contrato sobre los S-400 "está en proceso de realización".
Ankara ha subrayado en repetidas ocasiones que no dará marcha atrás en el contrato de 2.500 millones de dólares suscrito en diciembre de 2017 con Moscú para la adquisición de los S-400, pese a que Washington amenaza con imponerle sanciones y suspender la venta de aviones de combate F-35.
La Casa Blanca, que busca venderle a Turquía las baterías antiaéreas Patriot, alega que los equipos rusos son incompatibles con los estándares de la OTAN.
Infografía: S-400 vs. Patriot: así son los competidores ruso y estadounidense en el mercado de la defensa antiaérea
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el equipo ruso puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.