La lluvia, que en un momento de la tarde se volvió amenazante en una gran tormenta y anuncios de granizo, amansó en el momento justo. Afuera de la sala donde habló, aún dentro del predio, un millar de espectadores entraron a la Feria con la esperanza de ver de cerca a la líder política quien, terminado su discurso, salió a saludarlos.
En la Avenida Sarmiento, adyacente al terreno donde en estas fechas se desarrolla la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, otra pantalla gigante fue montada casi a las puertas de la embajada de los Estados Unidos, que comparte la manzana. La multitud desplegó banderas y paraguas para escuchar las palabras de quien se posiciona cabeza a cabeza en las encuestas por la contienda presidencial a pesar de todavía no definirse su aspiración.
"Es necesario un esfuerzo de todos para generar trabajo genuino, que el compromiso sea de todos, obviamente, primero el compromiso del Estado y segundo de los empresarios, para generar ese empleo, con la convicción de que no hay posibilidades en este mundo tan difícil que hoy tenemos de generar crecimiento económico sin un mercado interno fuerte", dijo Fernández.
"El libro, lejos de plantear enfrentamientos o peleas, creo que es una interpelación, pero una interpelación a todos, a las dirigencias no sólo políticas sino sociales, sindicales, empresariales, culturales, intelectuales, y es también una interpelación a la sociedad", dijo la senadora, quien evitó las confrontaciones y silenció los cánticos e insultos al presidente Mauricio Macri.
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