Según informó la corporación en un comunicado, durante la operación "hubo resistencia de los delincuentes y ocho sospechosos de formar parte del narcotráfico fueron baleados y murieron en el enfrentamiento".
La operación tenía como objetivo detener a Thomaz Jhayson Vieira Gomes, conocido como "3N", después de que los servicios de inteligencia de la policía detectaran que este narcotraficante pretendía tomar el control de una favela en la vecina ciudad de São Gonçalo en los próximos días.
También se incautaron siete fusiles, tres pistolas, cargadores con munición, 14 granadas, drogas y cerca de 35.000 reales (más de 8.800 dólares) en efectivo.
Según relatos de testigos y vecinos de la zona, la policía disparó desde helicópteros y puso en peligro a varios niños que en ese momento estaban en el patio de una escuela.
Datos divulgados la semana pasada revelaron que la Policía Militar del estado de Río de Janeiro (que normalmente realiza este tipo de operaciones) mató a 434 personas en el primer trimestre del año.
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La policía de Río de Janeiro es una de las más letales del mundo, y el número de fallecidos en operaciones policiales entre enero y marzo de este año es el más alto desde 1998.