Según el medio, el encuentro contó con la presencia de 40 exfuncionarios del Departamento de Estado, representantes de inteligencia y el Pentágono, altos cargos de las Embajadas de Colombia y Brasil, así como representantes de Juan Guaidó.
"La reunión del CSIS sobre la 'Evaluación del uso de la fuerza militar en Venezuela' sugiere que la Administración Trump está considerando las opciones militares de una manera más seria que antes, posiblemente por la frustración de que todas las demás armas de su arsenal han fracasado en derribar a Maduro", dice el artículo.
"La razón es que lo han intentado todo, incluido uno de los ataques sin precedentes contra el sistema eléctrico venezolano, y parece que no les sale nada. EEUU informó que había vuelto a comprar petróleo venezolano. El boicot y el bloqueo funcionan en contra de Estados Unidos y, en este momento, Venezuela se está reorganizando para vender petróleo a otros mercados", afirma Domínguez.
"Creo que pensaban que, cuando se fuera Chávez, tendrían excelentes condiciones para lograrlo, para cambiar el Gobierno de Venezuela. (…) Comenzaron de inmediato una guerra económica y desde entonces lo han intentado todo. Nada ha funcionado. Y ahora están tratando de usar una nueva opción: introducir un presidente interino autoproclamado, que al final tampoco funciona".
Por lo tanto, según Domínguez, se están barajando opciones más drásticas.
"Después del intento fallido de llevar la ayuda humanitaria por vía militar a través de la frontera, y luego de realizar un ataque cibernético contra el sistema de energía venezolano, creo que se dieron cuenta de que si no hacen algo muy dramático, no podrán lograr lo que quieren. Es decir, el derrocamiento del Gobierno de Venezuela. Y en este sentido, el tiempo está del lado de Nicolás Maduro", concluyó.