"Ese golpe de Estado de 2002 se ha mantenido a lo largo de 17 años y actualmente tiene mucha similitud, porque las razones, las causas, se han mantenido (…) Estados Unidos ha estado intentando acabar con nuestro Gobierno", expresó Chávez.
El golpe de Estado de 2002 fue impulsado por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), presidida en ese entontes por Pedro Carmona Estanga, quien fue brevemente proclamado presidente.
Estuvo precedido además por tres días de paro general, que había sido convocado por Fedecámaras, y al cual se unió la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) en rechazo a un paquete de leyes impulsadas por Chávez.
Al cambiar de rumbo se encontraron con la movilización de los seguidores del Gobierno, y se produjeron enfrentamientos que dejaron 19 muertos y varios heridos.
Un día después, el alto mando militar informó que el presidente Chávez había aceptado renunciar a su cargo, y a las pocas horas se autoproclamaba Carmona como mandatario nacional, cargo que solo le duró un día, ya que el 13 de abril Chávez fue repuesto en el poder.
"Diecisite años después unos sectores muy vinculados a los mismos protagonistas del 2002 son los que encabezan este golpe de Estado continuado, que pretende acabar con el chavismo y con el proyecto bolivariano", señaló.
Chávez consideró que a diferencia de 2002, en la actualidad EEUU ha asumido de frente sus intenciones de derrocar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
EEUU "busca apoderarse de las reservas energéticas tal cual como lo plantearon en 2002, por la ubicación y la importancia geopolítica de Venezuela, sigue estando en el primer orden en las prioridades del Gobierno imperialista", acotó.
En lo que va de año la oposición venezolana retomó las calles para rechazar las políticas de Gobierno, y desde entonces se han desarrollado una serie de sucesos que el Ejecutivo ha calificado de intento de golpe de Estado.