"Nos dedicamos al desminado de ciudades y pueblos de la zona, llevamos municiones abandonadas a un lugar alejado de las áreas residenciales para asegurarnos de que los habitantes no corren peligro, y las detonamos. En un año hemos detonado un total de más de 100 toneladas de municiones", dijo a la prensa.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución a la crisis se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
Actualmente está en primer plano la búsqueda de una solución política para la crisis siria y el retorno de los refugiados tras siete años de conflicto.