La víspera el exagente del SBU Vasili Prózorov reveló en una rueda de prensa que Kiev abrió en el país cárceles secretas en las que se tortura a sus propios ciudadanos.
"Conforme a los materiales de la investigación, así como a los comunicados publicados en los medios, fue abierto una nueva causa penal", dijo Petrenko, agregando que se trata del delito previsto en el Código Penal ruso y tipificado como "uso de medios y métodos bélicos prohibidos".
Desde 2014, según Petrenko, los criminales que actúan en las filas del SBU retuvieron de manera ilegal en el aeropuerto de Mariúpol a numerosas personas, entre ellas residentes locales.
"La gente estaba recluida en condiciones inhumanas, ya que los funcionarios del SBU los encerraron en dos cámaras frigoríficas que no funcionaban, al menos 300 personas fueron sometidas a torturas y vejaciones, incluso se tiene conocimiento de dos asesinatos", destacó la portavoz.