De acuerdo con el exdiplomático, el conflicto se avecinaba ya desde hace meses. Así, a lo largo de este tiempo los grupos terroristas provenientes de Pakistán atacaron en múltiples ocasiones a los efectivos de las Fuerzas de Seguridad indios, explicó Lambah.
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Tras el ataque perpetrado el 14 de febrero, en el cual murieron más de 40 efectivos indios, Nueva Delhi solicitó al Gobierno pakistaní que ponga fin a estos ataques. "No obstante, ellos no aceptaron la responsabilidad de hacerlo, como resultado de ello hubo que emprender acciones", señaló Lambah.
"Seguramente se acordarán de que en 2004, cuando el presidente del país era [Pervez] Musharraf, el Gobierno de Pakistán hizo la promesa de que no se permitiría el uso de territorios bajo su control por grupos que actúan contra la India. Esta promesa no se cumplió", explicó.
Ahora, para que se normalice la situación en el estado de Cachemira, hace falta que el Gobierno de Pakistán prometa que a los grupos terroristas emplazados en el país no se les permitirá operar en la India, agregó Lambah.
Las tensiones entre la India y Pakistán se reavivaron el 14 de febrero, cuando una explosión se saldó con las vidas de 45 efectivos indios. Como respuesta al suceso, la India lanzó un ataque aéreo contra el campamento del grupo que asumió la responsabilidad por la explosión. Dicho campamento estaba en el territorio de Pakistán.
El 26 de febrero hubo varios combates aéreos entre las fuerzas militares de los dos países. El conflicto acaparó las miradas por el hecho de que tanto Pakistán como la India son potencias nucleares.
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