Los ejercicios militares por el Bicentenario de Angostura 2019 fueron oficialmente descritos como un mensaje a los actores extranjeros que se pronuncian en contra del Gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, algunos analistas señalan que las maniobras también tienen un enfoque interno para ampliar el apoyo popular y entre los generales.
"En primer lugar, desde el punto de vista externo, [los ejercicios] buscan mostrar que el país tiene una capacidad de disuasión, que la guerra tendría un coste muy alto y que el país cuenta con importantes aliados internacionales, especialmente Rusia y China", explicó Diego Pautasso, profesor de Relaciones Internacionales del Colegio Militar de Porto Alegre en Brasil, en una entrevista a Sputnik.
"En segundo lugar, buscan demostrar que las Fuerzas Armadas siguen apoyando al Gobierno de Maduro y, al mismo tiempo, fortalecer el sentimiento patriótico de la población ante esta situación de guerra híbrida a la que está sometido el país, basada en embargos, sanciones y reconocimiento de Gobiernos paralelos", prosiguió.
Según el investigador, el pueblo venezolano sería un 'elemento clave' para mantener el chavismo, y los ejercicios como los de Angostura son una forma de fomentar este apoyo.
Asimismo, Pautasso opinó que los ejercicios envían un mensaje a los vecinos de Venezuela.
"Estas maniobras tienen un espíritu disuasivo y están dirigidas no solo a Estados Unidos, que es, digamos, el mentor de la desestabilización del país, sino también a los vecinos, que a veces expresan apoyo a la agenda de Washington. Así que, por supuesto, esta es una muestra de fuerza también hacia los vecinos", explicó.
Al mismo tiempo, el experto observó que Brasil no ha mostrado ninguna intención de aventurarse en una invasión militar.
"Estados Unidos también tiene sus dificultades (…) Hace falta recordar que Trump tuvo dificultades con el Congreso y una intervención podría sufrir algún tipo de veto de la oposición por parte de los demócratas", concluyó.
A su vez, Borís Martínov, subdirector del Instituto Latinoamericano de la Academia de Ciencias de Rusia, señaló en declaraciones a la agencia que una intervención externa uniría a los venezolanos.
"Estas maniobras pretenden demostrar, en primer lugar, que él [Nicolás Maduro] controla el Ejército y, en segundo lugar, que una intervención externa es imposible […] no solo porque el Ejército venezolano es muy fuerte, sino porque está unido. Una intervención externa, en la que Estados Unidos sin duda participaría, uniría a toda Venezuela. La historia de este país, de todos los países latinoamericanos, lo demuestra", observó el analista.
Además de las Fuerzas Armadas, 5.000 civiles de la milicia bolivariana venezolana participan en las maniobras.
Según Víktor Jéifets, profesor de la Universidad Estatal de San Petersburgo, el presidente Nicolás Maduro confía más en las milicias que en las FFAA.
"En las milicias, que no forman parte del Ejército regular, el Gobierno de Maduro confía aún más, porque en muchos casos son aún más leales al poder ejecutivo. Por lo tanto, mantenerlos cerca es cuestión de supervivencia para Maduro", comentó a Sputnik.
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Por su parte, Borís Rozhin, experto del Centro de periodismo militar y político, señaló que al involucrar a estructuras irregulares en las maniobras, Maduro apuesta por una interconexión de las estructuras políticas y militares movilizando así su apoyo.
Venezuela atraviesa una crisis económica y política que se agravó el 23 de enero, después de que el jefe de la opositora Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), Juan Guaidó, se autoproclamara "presidente encargado" del país.
El jefe del Estado venezolano, Nicolás Maduro, quien asumió el segundo mandato el 10 de enero, calificó la declaración de Guaidó como un intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.