Las enmiendas prevén la posibilidad de extender las normas de la legislación energética europea a los gasoductos de terceros países que acaban en Europa. En particular, la CE podría obtener el derecho a exigir que se separen las funciones de suministrador y de país de tránsito o que terceros tengan acceso a tubería.
"Rechazamos las enmiendas propuestas por la Comisión Europea estipuladas en la tercera revisión, que, al enterarse de sus fines lógicos, tienen como objetivo controlar un solo proyecto de infraestructura, y para otros ofrecen excepciones", cita el periódico el documento.
Juristas dicen que la CE no proporcionó "explicaciones o argumentos comprensibles que muestren cómo los cambios propuestos podrían contribuir a los objetivos de la unión energética".
Además, Berlín considera "demasiado vagos" los criterios para las excepciones ya aplicadas por la Comisión Europea a una serie de gasoductos.
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Si las enmiendas se adoptan antes de que se realice el proyecto Nord Stream 2, este último también debería ser sujeto de excepción; la decisión inversionista para el tendido de la tubería fue tomada mucho antes y la financiación del proyecto ya ha comenzado, añaden juristas alemanes.
Alemania exige una vez más que el servicio legal de la UE aporte una opinión escrita sobre el borrador de enmiendas ya que plantea demasiadas preguntas y crea un "conflicto de aplicación de la ley".
Representantes de la Comisión Europea dijeron antes que no veían necesario un análisis adicional por parte de los juristas de la UE.
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El proyecto Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y los Países Bajos, prevé el tendido de dos tuberías por el fondo del mar Báltico para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de combustible.