Según indica un comunicado de la Guardia Financiera, los detenidos pertenecían al clan Rinzivillo, que se dedicaba fundamentalmente al comercio de estupefacientes y delitos económicos.
Los investigadores establecieron que este clan criminal reanudó sus actividades tras el encarcelamiento de dos de sus cabecillas, tras lo cual en 2015 fue llamado de Roma a Sicilia el hermano de ellos, quien ocupó "la vacante del jefe", "reorganizó las actividades ilegales de la familia y restableció su dominio territorial".
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Según los medios italianos, Rinzivillo fue uno de los principales clanes que protagonizaron las guerras mafiosas de los años 80 del siglo pasado y costaron la vida a 120 personas.