"Esta es una etapa nueva, para reforzar la vigilancia en los 1.600 km de ductos de los seis principales para el traslado de combustibles", dijo el mandatario en su conferencia de prensa diaria, a dos semanas de haber comenzado la operación con un golpe que alcanzó a funcionarios de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
El ataque, del cual presentó una fotografía, ocurrió en un oleoducto de unos 600 kilómetros de longitud que va una refinería en el puerto de Minatitlán (este), en las costas del Golfo de México, hacia una terminal de almacenamiento en Azcapotzalco, en el norte de la capital.
Esta fase del plan contempla que "desde abajo y con la gente se acabe con este vicio y corrupción (…), para que no haya delincuencia dedicada al robo de bienes públicos, ni delincuencia de cuello blanco ni común", dedicada al robo de gasolina llamado "huachicol", dijo el presidente, utilizando la palabra náhuatl para bebidas adulteradas, con la que ese delito se ha popularizado en el país.
López Obrador afirmó en días pasados, que el robo en ductos representa un 20% del total, como "una pantalla" para encubrir la mayor parte robada mediante camiones cisterna o "pipas", utilizadas por Pemex para el transporte por carreteras.
Plan de vigilancia en ductos
Las autoridades policiales federales, junto con la policía naval y militar "van a reforzar la vigilancia con la colaboración de todos los ciudadanos, es el estado democrático de derecho decidido a enfrentar esta corrupción del robo de hidrocarburos", enfatizó el jefe del ejecutivo en una exposición de hora y media.
No solo Pemex y los uniformados sino todas las instancias del Estado están desplegados para ejecutar las acciones del plan, en el que no darán "ni un paso atrás".
López Obrador asegura que con el nuevo Gobierno, que comenzó en diciembre pasado, no habrá complicidad, "ya cambiaron las cosas" y quienes obtenían ingresos por esas actividades ilícitas "esos mismos recursos los van obtener con programas sociales para la creación de empleo, trabajo a los jóvenes, con becas y bienestar".
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En cuanto a los suministros, dijo que "no puedo decirles por razones obvias qué cantidad hay [almacenada], pero es suficiente para resistir sin problemas para que no se desesperen ni haya pánico, estoy acostumbrado a hablar con la verdad, vamos a resolver la escasez en gasolineras y centros de distribución", puntualizó.
Reveló finalmente que algunas refinerías "están paradas desde hace mucho tiempo", como Madero (Tamaulipas, noreste) y Minatitlán (Veracruz, este) "sin producir".
Otras cuatro trabajan al 20 y 30% de su capacidad, como Tula (Hidalgo, centro) Cadereyta (Nuevo León, norte), y Salina Cruz (Oaxaca, sur) y Salamanca (Guanajuato, centro).
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La producción de petróleo crudo mexicano ha caído a casi la mitad de la extracción de hace 14 años, a 1,8 millones de barriles diarios.