1. La creación de una Guardia Nacional
A pesar de que una de las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador fue avanzar en la desmilitarización de la seguridad pública, ahora pretende crear una Guardia Nacional, nutrida mayormente por elementos de las Fuerzas Armadas y en la égida institucional del Ejército.
Prácticamente el grueso de las organizaciones que se habían expresado en contra de la Ley de Seguridad Interior lo hicieron nuevamente contra esta iniciativa, que legaliza y vuelve permanente la participación militar. Según critican, en un régimen democrático este tema debe estar en manos civiles.
El primer dictamen de la reforma a la Constitución que se necesita para operar este cambio fue aprobado en una comisión, pero se atoró en el pleno de la Cámara de Diputados, previo al receso de fin de año.
De acuerdo con la revista Proceso, "se realizará un proceso de consultas con autoridades locales, académicos y especialistas para nutrir el debate". Esta discusión será la más candente en el comienzo del próximo año.
2. Un nuevo acuerdo migratorio con Estados Unidos
Según se confirmó desde Washington este 20 de diciembre de 2018, con el anuncio de la secretaria de Seguridad Interior Kirstjen Nielsen, EEUU devolverá a México a las personas que soliciten asilo en ese país, para que permanezcan del este lado de la frontera durante el tiempo que dura la resolución de su petición.
Sin embargo, algunas voces han surgido alertando sobre la incapacidad de las instituciones mexicanas para atender a un nuevo aluvión de gente que empezará a fluir para allí desde la frontera norte. Ver cómo soluciona este acuerdo el nuevo Gobierno será otra de las encrucijadas del 2019.
3. La crisis de derechos humanos que vive el país con más de 37.000 personas desaparecidas
Durante la última semana de diciembre, decenas de familiares de personas desaparecidas exigieron a López Obrador que declare una "emergencia nacional" y tome medidas extraordinarias, que incluyen la solicitud de ayuda internacional para trabajar activamente en este tema.
Por encima de las más de 2.000 fosas clandestinas halladas en la República con restos humanos —de las que se tiene registro—, hay un número no estimado de cuerpos sin identificar en los servicios forenses y fosas comunes públicas, debido al mal manejo de los mismos y a que las instancias locales se vieron superadas por números extremos de violencia.
El 2017 cerró con el récord de asesinatos en las últimas siete décadas de historia del país y según se prevé, las cifras de 2018 no se quedarán atrás.