"Una alternativa al diálogo es muy peligrosa, y ni siquiera quiero pensar en esa alternativa. Todavía espero que sea posible un diálogo, espero que las partes estén dispuestas a regresar a Bruselas y continuar el proceso positivo iniciado antes", dijo la diplomática a la prensa tras una reunión entre el Consejo de Asociación y Estabilización de la UE y el Gobierno de Serbia.
Según Mogherini, las partes deben elegir entre interactuar y buscar soluciones o "continuar estos juegos".
"Las perspectivas de ingresar en la UE requieren la normalización de las relaciones, pero esto no es una receta de médicos, ha de ser la elección de las partes", agregó.
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El Parlamento de Kosovo aprobó el 14 de diciembre varios proyectos de leyes sobre la transformación de la Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF), dotada de armas ligeras, en un Ejército con 5.000 militares en servicio activo y 3.000 reservistas.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia que Belgrado no reconoce.
Sin embargo, bajo la presión de Bruselas, Belgrado se vio obligado a iniciar negociaciones con la mediación de la UE para normalizar las relaciones con Pristina.
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Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, pero no goza del reconocimiento de Rusia, China, Irán, España, Grecia e Israel, entre otros países.