"La CIDH condena la muerte de la migrante guatemalteca Jakelin Ameí Caal en la frontera estadunidense, y urge a continuar con las investigaciones abiertas para determinar la causa de la muerte y cualquier responsabilidad a la que haya lugar", informó el organismo en su cuenta de la red social Twitter.
Caal, y su padre Nery Caal Cuz (29 años), fueron detenidos la noche del 6 de diciembre cerca de la localidad de Lordsburg, en Nuevo México (sur de EEUU) junto a un grupo de 163 personas que se entregaron a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Ya en el hospital, "la niña sufrió dos ataques cardíacos a los cuales sobrevivió, sin embargo el sábado 8 de diciembre a las seis de la mañana se informó por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza de Nuevo México y el mismo cónsul de Guatemala en Phoenix, Arizona (Oscar Padilla), que lamentable la niña había fallecido", dice el comunicado.
La causa de muerte todavía no se ha establecido.
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La Patrulla Fronteriza alegó que la niña había pasado cuatro días sin consumir alimentos ni agua antes de comenzar a vomitar y que dejó de respirar mientras era transportada a una de sus estaciones.
Sin embargo, la familia dijo en una declaración por medio de su abogado que "antes de acercarse a la frontera Jakelin no había estado sin agua o comida", consigna el medio guatemalteco República.
La guatemalteca Yasmín Juárez y su hija de 19 meses fueron detenidas al entrar irregularmente a EEUU por la frontera, y la niña falleció seis semanas y media después de ser liberada de un centro de detención de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas en Texas, pero la bebé no padecía ninguna enfermedad, denunció la madre.
Juárez presentó en noviembre una demanda al Gobierno de EEUU por 60 millones de dólares, publicó el medio Univisión.
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