Durante al menos dos reuniones con Manafort en Quito, Moreno y sus asistentes hablaron de su deseo de deshacerse de Assange, refugiado desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, a cambio de algunas concesiones, en particular el alivio de la deuda ecuatoriana con EEUU, cita el periódico a tres fuentes familiarizadas con esas conversaciones.
Varios días después de la última reunión que Manafort mantuvo en Quito, se anunció el nombramiento de Robert Mueller como consejero especial a cargo de una pesquisa para investigar la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016, y al poco tiempo quedó claro que Manafort sería uno de los blancos principales en esa investigación, así que sus conversaciones con Ecuador terminaron sin un acuerdo, según el periódico.
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