"Usted es el ministro más indigno de la historia de la democracia española, y los ha habido muy indignos", dijo Rufián durante una pregunta parlamentaria al canciller.
Acto seguido, el diputado catalán añadió que Borrell "no es un ministro" sino "un hooligan" y un "militante de Sociedad Civil Catalana", lo que es "una vergüenza para su grupo parlamentario, porque es una organización de extrema derecha".
En concreto, el diputado independentista llamó "fascista" al grupo parlamentario de Ciudadanos después de que estos le llamaran "golpista" y, durante el turno de réplica de Borrell, cuando este le pidió aclarar esa afirmación, Rufián habría afirmado que "usted también lo es".
En su turno de réplica, el canciller español acusó a Rufían de impedir el desarrollo normal del debate y de "producir serrín y estiércol para verterlo sobre el hemiciclo".
La respuesta generó una gran ovación por parte de la bancada del partido del Gobierno.
Una vez expulsado, todos los parlamentarios de ERC abandonaron el hemiciclo junto a él.
Cuando Rufián fue expulsado, el resto de diputados de su grupo parlamentario decidieron abandonar el hemiciclo, pasando justo por delante del asiento de Borrell antes de dejar la sala.
Según la versión de Borrell, en ese momento uno de los parlamentarios independentistas se giró y le propinó un escupitajo.
"Se giró y me escupió", dijo el ministro de asuntos exteriores a los medios de comunicación al término del debate, antes de lamentar que "estas cosas no deberían pasar".
El diputado que supuestamente escupió a Borrell es Jordi Salvador, quien negó las acusaciones.
De acuerdo con su versión, simplemente se limitó a hacer un gesto de "buff" cuando pasó por delante del ministro.
"Jamás escupiría a nadie", dijo Salvador a los medios de comunicación tras el debate.
Según informaron fuentes parlamentarias, la Mesa del Congreso estudiará el suceso e impondrá una sanción a Salvador en caso de que se demuestren las acusaciones vertidas por Borrell.