"En un escenario de guerra siempre es difícil", respondió la ministra, ante la pregunta sobre cómo puede el Gobierno garantizar que no se use el armamento vendido en el conflicto de Yemen, según explicó en una entrevista en Radio Nacional de España.
Respecto a este conflicto, la ministra considera que la ONU debe tener un papel "importante" para "resolver el conflicto".
"No vamos a vender material que sea de las Fuerzas Armadas. No es procedente", afirmó, en referencia a las 400 bombas que se exportarán a Riad, que pertenecían al Ejército español.
Respecto a los contratos que ya se encuentran firmados, como las 400 bombas y las cinco corbetas que se construirán en España, por valor de 2000 millones de euros, la ministra pidió cuentas al Partido Popular.
"Estaría bien que el ex ministro de Defensa, Pedro Morenés, explicara el contrato y sus cláusulas", aseguró, recordando que el contrato se firmó en 2015, con el PP en el Gobierno.
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La ministra se comprometió a que los acuerdos militares de la industria privada se hagan con "transparencia" porque es un "objetivo" de este nuevo Gobierno.