Trump había prometido visitar Pittsburgh, escenario de la masacre que se cobró la vida de 11 personas.
"A lo largo de últimos tres años, sus palabras y su política han alentado el creciente movimiento nacionalista blanco", dice el texto de los activistas, que insisten en que aunque el presidente condenó la violencia, esta es "la culminación directa de su influencia".
"Presidente Trump, usted no es bienvenido a Pittsburgh hasta que no censure rotundamente el nacionalismo blanco (…) y hasta que deje de atacar y amenazar a todas las minorías", declaró la organización judía.
El 27 de octubre, un hombre abrió fuego en una sinagoga de Pittsburgh y mató al menos a 11 personas, otras seis, incluidos tres policías, resultaron heridas.
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El atacante, herido de bala, se entregó a la policía.