"Ni olvido ni perdón, sino justicia, eso reafirmamos este día en memoria de las víctimas de octubre del 2003", proclamó en una masiva concentración el líder de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Sandro Ramírez, según reporte de Radio Integración de esa ciudad.
Sánchez de Lozada reprimió las protestas con fuerzas militares que dejaron casi 70 civiles muertos.
El entonces presidente, forzado a renunciar tras esa masacre, huyó a EEUU el 17 de octubre de 2003 y logró evadir hasta ahora un juicio de responsabilidades instaurado en Bolivia por genocidio y delitos económicos.
Pero el expresidente, ahora de 88 años de edad, no ha podido evitar un juicio civil planteado en el estado de Florida (sudeste de EEUU) por familiares de las víctimas de esa matanza.
Ese proceso fue ganado en primera instancia por los demandantes, frenado luego por un juez y actualmente en apelación.
Ramírez y otros líderes sociales alteños condenaron tanto a Sánchez de Lozada como a su entonces vicepresidente y sucesor Carlos Mesa, ahora candidato presidencial opositor, cuestionando a este último por su negativa a ser testigo de cargo en el juicio civil.
"Mesa es también responsable de la masacre de octubre, no tiene moral para hablar ahora de democracia", afirmó el dirigente vecinal.
Además: Plantean juicio a expresidente boliviano Sánchez de Losada por privatización de trenes
"Logramos un veredicto unánime del jurado (…) Desafortunadamente el juez cambió la sentencia y estamos en apelación, pero vamos a continuar la lucha con ustedes, con este espíritu de El Alto, siempre de pie, nunca de rodillas", dijo el abogado, repitiendo la frase combativa que identifica a la ciudad.
El veredicto inicial del jurado había ordenado a Sánchez de Lozada indemnizar por un total de 10 millones de dólares a las víctimas de El Alto.
Mesa asumió la presidencia tras la caída de Sánchez de Lozada pero tampoco pudo completar su Gobierno a causa de la inestabilidad política, social y económica del país.
Renunció en junio de 2005 y la presidencia boliviana pasó a manos del entonces presidente de la Corte Suprema, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien convocó a las elecciones que llevaron a Evo Morales al poder en enero del año siguiente.