Tras 55 años sin reconocer el labor de las mujeres en el ámbito de la Física, la Real Academia de las Ciencias (RAC) de Suecia decidió poner un poco de orden en el asunto y sumar a la lista de premiadas a una científica que creó un nuevo tipo de láseres cortos e intensos que hicieron posible múltiples aplicaciones en medicina y en procesos industriales.
"Es un honor ser una de esas mujeres", dijo la autodenominada "atleta láser" en conferencia de prensa el 2 de octubre, tras conocer que había sido galardonada "por sus inventos innovadores en el campo de la física de los láseres", informó la RAC.
Los láseres que crearon fueron el puntapié para que, por ejemplo, hoy se realicen cirugías oculares con láser. Llamaron "chirped pulse amplification" (amplificación de pulso gorjeado) a la técnica que crearon; hoy es la técnica estándar que se utiliza para crear láser de alta intensidad.
La clave fue que lograron crear pulsos de láser de alta intensidad ultracortos sin destruir el material amplificador. Primero estiraron los pulsos de láser en el tiempo para reducir su potencia máxima, luego los amplificaron y finalmente los comprimieron. Si un pulso es comprimido en el tiempo y se hace más corto, puede reunirse más luz en el mismo pequeño espacio, con lo que la intensidad del pulso aumenta drásticamente, se explica en la Rtve.
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En 1981 se graduó. En 1989 terminó su doctorado en la Universidad de Rochester, que fue supervisado por Mourou. En 1985, mientras estaba estudiando, junto a Mourou inventó la amplificación de pulso gorjeado para láseres.
Las tres mujeres que han recibido el Nobel lo han compartido con hombres. Curie lo compartió con su marido, Pierre Curie, y con Henri Becquerel, por sus investigaciones sobre los elementos radiactivos. Goeppert-Mayer lo compartió con J. Hans D. Jensen, por proponer el modelo de capas nuclear.