"Realmente sentimos una presión (…) Para mí es sorprendente, observo muchas disputas sobre este proyecto, pero al mismo tiempo todos entendemos que se trata de un proyecto al 100% comercial, que se financia por los contribuyentes de la UE", dijo Burmístrova en la feria del gas Gastech en Barcelona.
El proyecto Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, prevé el tendido de dos tuberías por el fondo del mar Báltico para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas.
El gasoducto pasará por las zonas económicas de Alemania, Finlandia, Rusia, Suecia y Dinamarca.
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Varios países, como EEUU, Ucrania, Letonia, Lituania y Polonia expresaron su rechazo al proyecto, alegando que puede aumentar la dependencia de los países europeos del gas ruso.